"a la memoria de mi padre"
Al dictado del oboe dibuja el incienso
notas a la penumbra, invocación a la luz,
cita atardecida la ternura malva y Tú,
saliendo hacia el ocaso en el silencio denso.
Pronto Venus al fagot imantará la noche,
y debajo siente la cerviz que Cristo ha muerto,
desabrido chispear de hachones adentro,
sudor y caoba, secuencia y alma, sin reproches.
Para volver -siempre- se va estrechando el sendero,
quisiera desandar las horas, y el recorrido
cuando la luna se hace mística por Boteros,
y derrotada la ira, auténtico enemigo,
al sonar las verdaderas llaves de San Pedro
no te olvides -nunca- mi Señor de estar conmigo.
sumhis