martes, 6 de octubre de 2009

Carros de sueño

Estabas con tus vecinas,
que en camilla sin brasero
y fotos en terciopelo
hablaban de medicinas
y el olor a naftalina
que traía el que se había ido…
Yo entré, y crucé contigo
una Salve entrecortada,
no sé, ni si terminada,
y me alimenté en tu trigo.


Estabas metida en fiesta,
y en el centro de tu alcoba
te bastabas por ti sola
para como el agua fresca
regar las flores que prestas
a tus plantas te adornaban…
Seguro que marchitaban
si a tu lado no estuviesen
empapándose en la suerte
de tu caída mirada.




En tu puerta se añoraban
Carros, y olía a taberna;
y dentro tu imagen tierna
la bienvenida le daba
a todo aquel que cruzaba
un dintel que es avalancha,
para encontrarte Sin Mancha
ni pecado Concebida…
Sabor llevé en mi partida;
por donde Feria se ensancha.
Lacava

1 comentario:

Sumhis dijo...

Qué sencillez y elegancia en este derrame de cariño hacia la Virgen del Rosario. Qué hondura en lo que transmites. Gracias y que la Reina de Montesión te bendiga.